09 enero 2007

EL PAPEL ... EN TIEMPOS DE CAMBIO


Y la calma se rompió como un cristal al impacto de una piedra lanzada por un jovenzuelo con el rostro cubierto.

Tanta paz, tanto silencio; bonitos rostros, finas figuras, moda, glamour, aromas uniformados, sonrisas aprendidas.... se vinieron por el suelo y ... de esa manera, tuvieron que cederles -no les quedaba alternativa- un espacio en la televisión, en las radios y periódicos (a las revistas no entrarán jamás) a los otros.... a los que no compartían, auque quizá hubieran querido... ese destino de un país poniéndose a la altura de los tiempos y la modernidad.

Y la calma se rompió cuando las gentes -las otras- se cansaron de ser únicamente noticias en las páginas rojas, de imagen folklórica o jornada de limosna.

Boquiabiertos habíamos presenciado y habitado el tiempo de la estupidez. Artistas clasemedianos, intentando abrirnos campo en el mercado... De cuando en vez, un verso, una pincelada, un trazo en el margen... signo de inconformismo... y nada más.

Y la piedra cruzó el aire y ..... Turbulento tiempo el que nos tocó vivir.

¿y qué? Dejar constancia de este tiempo, de sus detalles humanos, de los sueños que se tejieron tras las barricadas, en los piquetes cocaleros, en los ojos de los que sin saberlo abrían otra página en la historia y desparramaban su sangre en las calles del El Alto, de Achacachi, del Chapare...

Y más. Contarle la historia de su padre a aquel niño que jamás lo conocerá. Quitarle la tragedia del abandono y darle un giro hacia la epopeya con rostro cobrizo.

Y más. Describir esos ojos que, cuando ven a los antiguos dueños de estas tierras en la televisión, se inyectan de odio. Y más.... seguir creando....

Ese, según yo, debe ser parte del papel de los artistas en tiempos como estos...

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