Allá lejos; mas allá de donde alcanzan a ver los ojos; en ese lugar donde para unos termina y para otros nace la esperanza; en la distancia geográfica pero en el centro de la historia; allí donde concurren todas las sangres y todos los sueños… ahí estuvimos los Katari con la karavana.
¿Pero que es la Karavana y quienes los Katari?
La Karavana -mas que propuesta o invitación- es la convicción profunda por construir una sociedad justa y solidaria; es considerarnos iguales y de poner al servicio de los hasta hoy marginados, todas nuestras fuerzas y capacidades.
La Karavana –desde nuestra realidad concreta- ratifica en los hechos el convencimiento del papel que debieran jugar los artistas en todos los tiempos pero, especialmente, en tiempos de cambio. En todo caso, lo que expresa la karavana no es fruto de las circunstancias –que sin duda atizan su llama y la alimentan- sino una postura frente a la vida.
Los artistas en la calle y la barriada, alimentándonos de la vitalidad cotidiana, del sudor y la esperanza. Los artistas en las provincias y las comunidades indígenas, en el preciso lugar donde nacieron, nacen y seguirán naciendo los aires musicales, las danzas y los bailes que bañan la patria y nos permiten celebrar nuestras victorias y llorar nuestras derrotas. Los artistas “devolviendo” lo que les fue legado.
¿Y los Katari? Los teatristas y titiriteros, los músicos y pintores… los artistas que, habiendo surgido del mismo pueblo, se disponen a compartir su destino y su historia, la otra historia … la de todos.
¿Pero que es la Karavana y quienes los Katari?
La Karavana -mas que propuesta o invitación- es la convicción profunda por construir una sociedad justa y solidaria; es considerarnos iguales y de poner al servicio de los hasta hoy marginados, todas nuestras fuerzas y capacidades.
La Karavana –desde nuestra realidad concreta- ratifica en los hechos el convencimiento del papel que debieran jugar los artistas en todos los tiempos pero, especialmente, en tiempos de cambio. En todo caso, lo que expresa la karavana no es fruto de las circunstancias –que sin duda atizan su llama y la alimentan- sino una postura frente a la vida.
Los artistas en la calle y la barriada, alimentándonos de la vitalidad cotidiana, del sudor y la esperanza. Los artistas en las provincias y las comunidades indígenas, en el preciso lugar donde nacieron, nacen y seguirán naciendo los aires musicales, las danzas y los bailes que bañan la patria y nos permiten celebrar nuestras victorias y llorar nuestras derrotas. Los artistas “devolviendo” lo que les fue legado.
¿Y los Katari? Los teatristas y titiriteros, los músicos y pintores… los artistas que, habiendo surgido del mismo pueblo, se disponen a compartir su destino y su historia, la otra historia … la de todos.
